sábado, noviembre 12, 2005
NIÑA RICA
Cuando te conocí me despreciates, tu madre te reclamo: Malparida aun hombre serio no le prestas atención pero eso sí para andar con la ñeramenta búsquenla, ojala no lo atiendas cuando vuelva porque te voy a dar tu puñera. Fue así que en mí próxima visita me atendiste, días después nos besamos en la sala estábamos solos nuestros cuerpos se anhelaban en aquel abrazo en aquel beso, quedamos tendidos en ese sofá, tus pezones rosados y pequeños se encontraban excitados, tiesos dispuestos al sexo, deslice mis manos por entre tus ropas para tocar tus labios jugosos y deliciosos, oh tus nalgas redondas, que momento mas extraordinario pero no hicimos nada más.